Nuestro socio Raúl Bercovitz analiza en el diario económico Expansión si es posible incorporar como prueba electrónica en un litigio la versión antigua de una página web, toda vez que, como explica en el artículo, «desde hace algunos años, las llamadas pruebas ‘tecnológicas’ o ‘digitales’ ganan cada vez más peso en los procesos judiciales».
De esta forma, Bercovitz explica que en la actualidad existen herramientas, como «Wayback Machine», que permiten acceder a páginas web no disponibles temporalmente o que incluso han sido borradas del servidor. Dichas aplicaciones resultan de mucha utilidad, principalmente, en el contexto de acciones de nulidad de patentes y en pleitos de infracción de derechos de exclusiva.
«Una de las vías que pueden usar los demandantes para acreditar la duración de la actividad infractora es aportar versiones antiguas de la página web de la demandada, en las que pueden verse ofertas y publicidad de los productos o servicios infractores», explica Raúl Bercovitz en su artículo. No obstante, también recuerda que, en estos casos, «la volatilidad de los datos y la facilidad de manipulación son algunos de los principales inconvenientes».
Al mismo tiempo, puntualiza que el propio rastreo de webs antiguas podría infringir las leyes europeas sobre propiedad intelectual, que «impiden que una página web (ej., the Wayback Machine) reproduzca el contenido de otras webs sin el permiso de los titulares de éstas».
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